Ayer me preguntaron algo que no quería responder… me dieron ganas de decirle “en serio qué te importa?” pero luego me di cuenta que yo también quería preguntar algo… lo hice y no me gustó la respuesta.
¿Qué pasa con nosotros que a veces solo queremos preguntar cosas que ya sabemos no son como quisiéramos?
Supongo que esas preguntas son como cables a tierra, son una forma de nuestro subconsciente de, a manera de cachetadón, decirnos algo como “let it go!” (sí, nuestro subconsciente es angloparlante).
Ya he dicho que no me gusta la frase “las cosas pasan por algo”, que me hace sentir como que no tengo poder ante los acontecimientos de la vida, pero me estoy dando cuenta de que en realidad nuestro poder es limitado (JODIDAMENTE), han venido cosas buenas en racha, así como hace un tiempo vinieron las malas… No pude controlar ninguna, solo llegaron.
Supongo que nuestro poder es aún más limitado cuando a otras personas se refiere, todos somos diferentes y entendernos es difícil. Lo que hacen o les pasa por la cabeza es solo para ellos, no importa si te miran feo o bonito, uno nunca sabe…
Ya no sé a dónde iba con este post…
No hay comentarios:
Publicar un comentario