18.1.12

Hablaos

Anoche mientras regresaba a mi casa luego de un largo día de trabajo, estaba conversando y puteando sobre sonseras, yo decía algo y recibía una respuesta cachosa y con ganas de hacerme enojar aún más.

Después de un rato decidí pararla y dije: “ya Gonzalo cállate, hablas pura huevada”.

Sí, estaba hablando solo.

Yo hablo un montón, me das un poco de cuerda y no paro… hablo, hablo, hablo… hasta que pones tu cara de “ya no te estoy escuchando”, no me ofendo, sé que hablo mucho. Es por eso que cuando estoy solo y nadie me contesta mensajes o el teléfono, me aprovecho a mí mismo y ensayo conversaciones.

Peleas?? Son lo mejor para ensayar! “Qué?? A mí háblame bonito huevón!” “qué tu vieja qué?”

Contarte chistes no sirve, no tienen el mismo efecto, ya que siempre piensas “ya lo sabía”

Las conversaciones de salón son más aburridas que de costumbre… pero los rajes, esos si ponen, uno deja sus reparos atrás y se burla de los demás sin roche “ala qué horrible el granazo que le ha salido a la cara de buitre en la nariz!!”.

Algunos días mis monólogos se convierten en conciertos, cantar/gritar en el carro brinda una satisfacción que muy pocas actividades pueden darte. “si te e fallado te pido peeerrrdóooonnn de la única forma que seeee!! (8)!”

De verdad me gusta hablar solo, pero más me gusta hablar contigo.

Fin.

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