Pistola

Tengo 23 años y hasta el día de ayer tuve la suerte de poder decir que nunca me habían robado en mi vida. Se cumplió un dicho más, porque siempre hay una primera vez para todo.

Resumo 30 segundos lo más que pueda:

Estacioné mi carro para dejar a mi amigo…

Yo: “Ya, nos vemos, cuídate!”

Un carro se estaciona atrás nuestro…

Mi amigo: “y ese carro…??”

Volteo a ver qué pasaba… cuatro tipos bajan de un Peugeot, lo primero que veo es la pistola en la mano del que se acerca a mi puerta. Dos por cada lado abren las puertas y apuntándonos a la cabeza nos gritan que les demos las laptops, “fierros”, TABS, billeteras, reloj, etc (no teníamos más que billeteras y celulares, supongo que por el susto me demoré mucho en sacarme el reloj y se quitaron antes de poder darles mi celular).

El ladrón me hace apagar el carro, sacar la llave y se la lleva…

Lo que me jode el día de hoy no es solo tener que sacar copia de mi DNI, brevete, tarjetas, no es la plata que me robaron ni la billetera nueva… lo que más me jode es la imagen que tengo de un tipo apuntándome a la cabeza con una pistola, insultándome para robarse cuatro estupideces.

No me alivia pensar que son cuatro personas necesitadas, no me alivia pensar que tienen una familia a quién alimentar, no me alivia que no me hicieron daño (aunque ya seee “es lo más importante”)…

Me molesta pensar que dos minutos después pasaron 3 patrulleros… Me molesta saber que le van a apuntar en la cabeza a más gente… me molesta saber que me puede volver a pasar…

Pedir más seguridad me parece cachoso, redundante y una nueva forma de hacer el ridículo ¿por qué? Porque probablemente nada va a cambiar, esto quedará como una anécdota (lo único que gané) y todo seguirá su rumbo.

La solución no solo está en “sanciones más drásticas” (con voz de vieja), ni en “mejores sueldos para la policia” (voz de político). Mientras el país intenta llegar a ser parte del primer mundo (cuenta regresiva), solo nos queda meterle punche a la educación y fomentar valores en los pobres niños que fueron tan piñas de nacer en un lugar donde a la gente no le da remordimiento robarse 300 soles apuntando con una pistola en la cabeza a otro.